Como consecuencia de una inteligencia emocional bien entendida, la gestión emocional es el conjunto de habilidades, competencias, recursos y talentos cognitivos que nos llevan a una adecuada respuesta conductual, en base a poder actuar con la emoción más indicada, ante una situación determinada, sin salirnos del contexto y la proporción que dicha situación requiere. Es decir, lo que sé de mí mismo y mi entorno, me sirve para adecuar las emociones que tengo en una situación específica.

Y entonces ¿qué es la congruencia emocional?

En base a esos conocimientos y las conductas que tengo, la congruencia emocional podemos definirla como la capacidad de responder de manera adecuada, ordenada y consistente ante los eventos de la vida diaria, siempre, sabiéndonos adecuar ante los cambios en el entorno y contexto, sin perder una adecuada proporción emocional ante esos eventos, y cerrando un circuito indispensable para mantener esa congruencia: "Siento lo que pienso, pienso lo que digo, digo lo que hago y hago lo que siento." Tal y como se enseña en nuestro modelo, talleres y acompañamientos.

¿Cuál es la importancia de la gestión y la congruencia emocional en mi vida y liderazgo?

Considerando que absolutamente todos tomamos decisiones que afectan a terceros, podemos concluir que todos lideramos en distintos momentos de nuestra vida. Ya sea como cabezas de familia, al frente de una empresa, organización o equipo, o como miembros de cualquier sociedad, nuestras decisiones tendrán un impacto real y sensible en el resto de los miembros de esas familias, empresas, equipos o sociedades, por lo tanto, el tomar decisiones de manera proactiva y no reactiva, se vuelve un punto de quiebre en nuestra interacción humana en general.